Actualidad del Observatorio Español de la Economía Social

28/01/2021

La Asociación Española de Fundaciones presenta el cuarto informe sobre el sector fundacional en España

La Asociación Española de Fundaciones (AEF) presentó el pasado martes, 26 de enero, el informe ‘El sector fundacional en España: Atributos fundamentales (2008-2019)’ realizado por los investigadores Simón Sosvilla Rivero (Universidad Complutense de Madrid), Gregorio Rodríguez Cabrero (Universidad de Alcalá) y María del Carmen Ramos Herrera (Universidad Autónoma de Madrid). El trabajo supone la cuarta entrega de la serie realizada por el Instituto de Análisis Estratégico de Fundaciones (INAEF), de la propia AEF, y ha sido realizado con la información disponible en la AEF y en bases de datos públicas. El estudio está disponible en el microsite (conocerelsector.fundaciones.org). 

El informe ofrece una panorámica de la evolución e impacto del sector fundacional en España para el período 2008-2019, coincidiendo con la crisis económica y financiera y la recuperación posterior. Ofrece también los retos del sector fundacional en la nueva crisis de la Covid-19. Sus datos muestran la capacidad y el esfuerzo de adaptación del sector fundacional a la crisis y, sobre todo, la respuesta de las fundaciones a las demandas y necesidades de la sociedad española, incrementando hasta donde ha sido posible sus recursos económicos y humanos.

Según los principales resultados del estudio, en 2019 había en España 14.729 fundaciones, 1.395 más que en 2008. De ellas, 9.218 tienen actividad regular. Casi la mitad (el 48,8%) se han constituido entre 2003 y 2019. Existen 20 fundaciones por cada 100.000 habitantes; el 38,6% tiene un ámbito de actuación autonómico; el 26,6%, estatal; el 16,7%, local; el 11,7%, internacional; el 4,2%, provincial y el 1,9%, comarcal. 

Los beneficiarios de la labor fundacional

Los beneficiarios directos netos estimados de las fundaciones españolas han ido aumentando en los años considerados, hasta alcanzar los 43,71 millones de personas en 2019, una cifra que se ha visto aumentada posteriormente tras la gran demanda social derivada de la crisis de la Covid-19. Entre 2008 y 2019 se ha multiplicado por 2,45 el número de beneficiarios. Según los autores del estudio, una parte importante de este incremento se explica en la actuación de las fundaciones durante la crisis económica por la que transitó España en los primeros años del período de referencia, y la débil expansión que la siguió, marcada por la austeridad presupuestaria, lo que hizo que se incrementara el papel de las fundaciones que dan cobertura a grandes colectivos de ciudadanos en servicios educativos, de exclusión social, sanitarios y de cooperación.

El impacto económico de las fundaciones 

El sector fundacional generó un gasto en 2019 de 8.499 millones de euros, lo que implica un crecimiento de 899 millones de euros durante los últimos 11 años. Desde el punto de vista presupuestario, entre 2008 y 2019 los gastos de las fundaciones superaron a los ingresos, lo que implica que las fundaciones se han visto obligadas a realizar desinversiones con el fin de mantener la actividad fundacional.

Sin embargo, en los últimos años se aprecia un incremento de los activos del sector, al mismo tiempo que se mantiene una estructura de gastos por encima de los ingresos, lo que podría explicarse, entre otras razones, por la incorporación de algunas fundaciones patrimoniales al conjunto del sector, y por la realización de plusvalías en el patrimonio fundacional, como consecuencia de la mejoría de la actividad económica respecto a la crisis de 2008.

Con escasa variación, a lo largo de los 12 años que recoge el informe, la principal fuente de ingresos, en promedio, es el sector privado (84 euros de cada 100), seguido a gran distancia de los ingresos procedentes del sector público (16 euros de cada 100). El peso de los ingresos públicos decrece ligeramente entre 2008 (16,4%) y 2019 (15,4%) y aumentan ligeramente los ingresos de origen privado (73,1% en 2008 y casi 74% en 2019).

En 2019 la principal fuente de ingresos son las donaciones y subvenciones (59,2%), seguidas de la prestación de servicios y ventas de bienes (34,6%) y los rendimientos patrimoniales (6,2%).

Empleo, en constante crecimiento

Siguiendo con los datos del estudio de la AEF, si en 2008 había 373.522 personas comprometidas con el sector en calidad de patronos, voluntarios y empleados directos e indirectos, en 2019 este colectivo se ha incrementado, hasta alcanzar las 487.586 personas, es decir, 114.064 más. 

De las 487.586 personas involucradas en el sector fundacional en 2019, un total de 267.005 son empleados directos; 10.216 son empleados indirectos; 82.678 son patronos (no reciben remuneración), y 127.687 son personas voluntarias.

El impacto de la crisis de la Covid-19 en las fundaciones

Al igual que en la mayoría de sectores económicos, la pandemia de la covid-19 ha tenido un impacto negativo en el mundo fundacional, puesto que las necesidades se han multiplicado en un corto espacio de tiempo. Según detalla la AEF, muchas fundaciones se han visto obligadas a reorientar sus actividades para así dar una respuesta efectiva a las nuevas demandas sociales. “La crisis ha supuesto un gran estrés para el sector y, en particular, para los profesionales de atención directa, que se han visto obligados a ajustar sus recursos humanos y financieros, al ritmo en que se desarrollaba la pandemia”.

?Directivos y directivas enfatizan en la necesidad de la “reinvención del sector fundacional”, y su necesaria reestructuración. En este sentido, identifican seis ejes sobre los que pivotan los retos las fundaciones: la aproximación a los colectivos con mayores dificultades sociales; lograr nuevas formas de apoyo ciudadano, generando estructuras de apoyo común; generar alianzas estratégicas mixtas con los diferentes actores públicos y privados, promoviendo proyectos que superen la fragmentación territorial; garantizar la sostenibilidad, buscando nuevas fuentes de ingresos; reforzar el papel institucional y cívico del sector fundacional, y destacar la importancia de la calidad de los servicios y proyectos, evaluando su impacto social y difundiendo los resultados de su actividad mejorando su visibilidad.

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