Actualidad del Observatorio Español de la Economía Social

02/04/2009

El secretario general de UPTA, Sebastián Reyna, comparece ante la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso de los Diputados

Durante el año 2008 y los dos primeros meses de 2009 el número de personas dadas de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos de la Seguridad Social (altas menos bajas) se ha reducido en un número aproximado de 140.000. “Este dato, en términos absolutos, no representa mucho más del 3% de descenso, que se mantiene casi cuatro puntos por debajo del Régimen General. Sin embargo, resulta muy significativo en términos de tendencia, teniendo en cuenta especialmente las series históricas que demuestran un crecimiento anterior permanente del colectivo”, explicó Sebastián Reyna, secretario general de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) ante la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso de los Diputados.

Existen cuatro causas particulares, según detalló Reyna, en la actual situación que pueden explicar este fenómeno de descenso:

1. La restricción crediticia. El autónomo, particularmente, necesita como elemento sustancial el acceso al crédito y al descuento de los efectos financieros emitidos a su favor.

2. La alta morosidad, tanto entre empresas, como con determinadas Administraciones Públicas.

3. La disminución drástica de la demanda interna.

4. La ausencia de programas de fomento del autoempleo entre las primeras medidas anticrisis, lo que hubiera supuesto una mayor capacidad de determinados colectivos para evitar la situación de desempleo.

El secretario general de UPTA recordó, además, que el autónomo no tiene acceso a la situación legal de desempleo ni a una reorientación profesional específica. A su nueva situación de inactividad se suma, en la mayoría de los casos, un endeudamiento anterior difícilmente asumible. “Se pasa directamente de la condición de empresario a la de riesgo de exclusión social”, dijo.

En este contexto, el comportamiento general de las instituciones financieras, con honrosas excepciones, adujo Reyna, “no responde a los criterios éticos aconsejables que se deben mantener para con los que han sido sus clientes habituales y para un sector que ha sido componente básico de los beneficios de muchas entidades”. UPTA ha podido comprobar que se exigen garantías desmesuradas, propuestas de líneas de crédito más caras que las que se ofrecen desde el sector público, obligación de depositar parte del crédito concedido como imposición a plazo fijo, etc.

Los criterios de análisis de riesgos que hoy establecen las direcciones de las entidades financieras no son superables por el noventa por ciento del colectivo. En este contexto, señaló el secretario ejecutivo de UPTA, cabe preguntarse la razón por la cual el grado de utilización de la línea ICO Circulante es escasa entre el colectivo autónomo. “No cabe en este contexto hacerse más preguntas, sino tomar alguna decisión, y ésta no puede ser otra que la de liberar al ICO de la dependencia de una red de entidades financieras que debe ser complementada, cuando no sustituida, ya que ésta ha demostrado que no cubre su obligación de servicio cuando es requerida por necesidad, sino tan sólo cuando sus intereses y los de sus accionistas están cubiertos sobradamente”, dijo Reyna.

La importancia del sector de actividad

Sebastián Reyna explicó a la Comisión de Economía y Hacienda que “la crisis golpea con igual dureza a todo el trabajo autónomo, pero de forma diferente, según el sector de actividad. La mitad de las bajas corresponden a la construcción y al sector inmobiliario. Y el 90% de las bajas se acumulan en tres sectores: construcción, comercio y transporte”.

Pero los más de 25.000 comercios de titularidad personal o familiar que han cerrado en estos últimos cinco meses son la peor cara de la crisis, según Reyna. “La cifra, que podría llegar a 100.000 en este año, significa la peor amenaza para la economía española. El cierre de un comercio es definitivo, al menos para la familia propietaria y para sus trabajadores”.

Reyna dijo que, desde UPTA, somos conscientes de que si esas soluciones globales no se afrontan “nuestros problemas no tienen solución, pero también sabemos que mientras las respuestas globales no se abordan tampoco podemos quedarnos cruzados de brazos”. La organización ha presentado una serie de medias medidas y un marco general de actuación.

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