Actualidad del Observatorio Español de la Economía Social

25/02/2010

Ruralcaja obtuvo en 2009 un beneficio de 18,8 millones de euros, un 4,4% más que en el ejercicio anterior

Ruralcaja obtuvo en 2009 un beneficio antes de impuestos de 18,8 millones de euros, un 4,4% más que en el ejercicio anterior, lo que le ha permitido consolidar su solvencia. Durante 2009 la entidad destinó 97,7 millones de euros a dotaciones netas para prevenir insolvencias, un 49% más que en 2008, con el fin de afrontar con máximas garantías los retos del difícil contexto económico.

El beneficio neto fue de 15,6 millones de euros, un 31,9% menos, dado el fuerte incremento en el gasto por impuesto de sociedades, ya que los ajustes efectuados en el ejercicio 2008 ocasionaron entonces un saldo positivo en esta rúbrica.

Los resultados obtenidos por Ruralcaja reflejan su absoluta prioridad de gestionar con la máxima prudencia un entorno económico complicado, con el fin de consolidar su solvencia, con unos recursos propios computables de 739 millones de euros, y una ratio de solvencia del 12,3%, 4,3 puntos por encima del mínimo obligatorio.

El director general de Ruralcaja, Juan Antonio Gisbert, ha subrayado, además, que “la prioridad de la entidad es sentar las bases para convertir la crisis económica en una gran oportunidad, alcanzando un nivel de saneamiento que nos permita salir totalmente reforzados”. Gisbert ha calificado el resultado de la Entidad en 2009 como “excelente” en un ejercicio tan complejo.

Los márgenes de la cuenta de resultados ponen de manifiesto la fortaleza financiera de la entidad, que concluyó el ejercicio con 515 oficinas y 1.911 empleados. El margen de intereses creció un 9,1%, alcanzando los 211,8 millones de euros. El margen bruto se situó en 252,4 millones de euros con un avance del 9,3%.

Pese a la adversidad del panorama económico, Ruralcaja obtuvo un margen de explotación recurrente de 119,6 millones de euros, un 32,9% más que en 2008. Este significativo crecimiento se debió al buen comportamiento de los márgenes de intereses y bruto, así como a la contención de los gastos de administración, que en aplicación de una política más austera, se redujeron en 8,6 millones de euros, equivalentes a una tasa del 6,6%. De esta forma, se mejoró en 8,2 puntos la ratio de eficiencia, que se situó en el 48,1%.

Activos de 8.841 millones

Por lo que se refiere al balance, los activos totales se situaron en 8.841 millones de euros, un 0,32% menos que el año anterior. El crédito a la clientela, como consecuencia de la contracción de la demanda por parte de las familias y empresas, se vio reducido en 209 millones de euros y un 2,52%, alcanzando los 8.066 millones de euros al cierre del año.

En cuanto a la evolución de los recursos ajenos contabilizados en depósitos de la clientela, éstos se incrementaron ligeramente, en 27 millones de euros, concluyendo el ejercicio con un volumen de 6.700 millones de euros.

La posición de liquidez de la entidad, de 663 millones de euros, le ha permitido mantener todas las líneas de financiación a empresas y familias. A pesar de la alta competencia por la captación de recursos de clientes y el mantenimiento de una situación de práctica inaccesibilidad a los mercados mayoristas de financiación, Ruralcaja fortaleció los productos y servicios dirigidos a los segmentos de banca de particulares y empresas. Especialmente a través de líneas de financiación del ICO y el IVF, en condiciones preferentes, la entidad atendió las necesidades de liquidez e inversión de sus socios y clientes.

El deterioro de la situación económica con consecuencias negativas sobre el mercado de trabajo, así como la crisis del mercado inmobiliario han sido las principales causas de los activos dudosos. No obstante, y gracias al plan de contención de la morosidad, Ruralcaja logró frenar y mantener la morosidad en el 6,22 %, el mismo ratio alcanzado en el ejercicio anterior, manteniendo una exposición en activos inmobiliarios 0,93 puntos por debajo de la media del sector.

La tasa de cobertura se situó en el 56,5% frente al 41,5% de doce meses antes, lo que refleja claramente el gran esfuerzo de dotación de fondos que, con cargo a la cuenta de resultados, se efectuó durante el ejercicio.

En cuanto al compromiso social de Ruralcaja, a través de su Fondo de Educación y Promoción Cooperativa (FEPC), destinó 2,04 millones de euros a la formación continua de su equipo humano y a las actividades organizadas por sus cuatro Fundaciones.

Grupo cooperativo

Por último, cabe destacar que Ruralcaja inició en julio de 2009 junto a otras 19 cajas rurales un proceso dirigido a la constitución de un grupo cooperativo, denominado Cajas Rurales del Mediterráneo (CRM). El director general de Ruralcaja ha señalado que este grupo “se convertirá en el buque insignia del cooperativismo de crédito”. El grupo, que supondrá la consolidación de las cuentas anuales de las entidades integrantes, comenzará a operar en el segundo semestre de 2010 y “liderará la Asociación Española de Cajas Rurales, convirtiéndose en el primer grupo cooperativo de crédito nacional en número de cajas asociadas”, según añadió.

El CRM es un proyecto que permitirá que todas las cajas rurales participantes afronten los retos del sector desde su actual independencia, a través del mantenimiento de su personalidad jurídica y las marcas individuales de todos sus componentes. En el proyecto, que actualmente está en proceso de supervisión por parte del Banco de España, participan, además de Ruralcaja, las cajas rurales de Alcora, L’Alcudia, Algemesí, Alginet, Almenara, Alqueries, Altea, Betxí, Burriana, Callosa d’en Sarriá, Cheste, Crèdit Valencia, Nules, Torrent, Turís, Vilafamés, Vilavella, Villar y Xilxes.

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