Actualidad del Observatorio Español de la Economía Social

16/06/2011

Las asambleas de Cajamar Caja Rural y CajaCampo aprueban por unanimidad la fusión de ambas entidades

Los socios de la segunda caja rural de la Comunidad Valenciana, Caja Campo, y la primera caja rural española, Cajamar Caja Rural, dieron el pasado 9 de junio su aprobación unánime a la fusión de ambas entidades. La propuesta contó con el respaldo de la totalidad de los socios asistentes y representados que participaron en la asamblea celebrada en Requena (Valencia), con un total de 1.694 votos, mientras que los más de 200 delegados que asistieron a la asamblea de Cajamar, en representación de sus 665.000 socios, expresaron también su opinión favorable por unanimidad. Tras su inscripción en los registros correspondientes, está previsto que la fusión sea efectiva, jurídica y operativamente, en el último trimestre del año.

La entidad resultante, con datos a cierre de 2010, fortalece su posición como líder del sector de cajas rurales españolas, con 52.128 millones de euros de negocio gestionado, activos por importe de 29.519 millones, un coeficiente de solvencia del 13,6 %, 4.433 empleados y 1.013 oficinas en 38 provincias.

En los últimos años ambas entidades han venido trabajando conjuntamente en el diseño e impulso de nuevas alianzas estratégicas que contribuyan a reforzar la posición competitiva del sector de cajas rurales en España. Así, en mayo de 2009 promovieron la constitución del Grupo Cooperativo Cajamar, que unos meses más tarde se convirtió en el primer sistema institucional de protección (SIP) autorizado y calificado por el Banco de España, al que se han incorporado otras cajas rurales de la Comunidad Valenciana, como Caja Rural de Casinos, Caixa Albalat, Caixapetrer, Caixa Turís y Caja Rural de Castellón, y al que próximamente podrían sumarse otras entidades españolas.

Esta nueva fusión se plantea en el actual escenario de reestructuración del sistema financiero español, y de las cajas rurales en particular. Se trata de dos cajas rurales plenamente complementarias, puesto que no existe duplicidad de oficinas ni de puestos de trabajo en su actual estructura territorial. En este sentido, los actuales servicios centrales de Caja Campo pasarán a convertirse en sede institucional y de negocio de Cajamar en la Comunidad Valenciana. Caja Campo aporta a esta fusión 35.000 socios, 145.000 clientes, 78 oficinas, 269 empleados, 2.098 millones de negocio gestionado y 1.179 millones de activos.

En su intervención ante la asamblea general, el presidente de Cajamar, Antonio Pérez Lao, manifestó que cada vez tiene menos sentido hablar de una gran entidad financiera o de un gran grupo andaluz, valenciano, gallego o catalán, "lo que sí tiene sentido es hablar de grandes entidades o grupos financieros españoles donde quiera que estén, comprometidos y enraizados a sus territorios de origen y al territorio en el que actúan, capaces de establecer una relación cercana y de confianza con sus socios y clientes, y de mantener una atención preferente al mundo rural, y en particular al sector agroalimentario".

Resultados 2010 y previsiones para 2011

Los socios asistentes a la asamblea dieron también su aprobación a las cuentas anuales individuales y consolidadas y al informe de gestión individual y consolidado de Cajamar y del Grupo Cooperativo Cajamar correspondientes al ejercicio 2010, en el que cabe señalar un crecimiento interanual de la inversión crediticia del 3,1 %, de los recursos ajenos de clientes del 10,3 %, del negocio de balance de clientes del 5,8 %, y del balance del 7,3 %.

En este apartado, el vicepresidente y consejero delegado de la entidad, Juan de la Cruz Cárdenas Rodríguez, hizo referencia a los hitos más destacados del ejercicio, entre ellos la fusión de Caixa Rural Balears, la integración en el Grupo de Caixapetrer y Caixa Turís, y la ampliación de la presencia e inicio de actividad en las comunidades de Navarra y La Rioja.

Entre las previsiones para el ejercicio 2011 señaló que se culminará el proceso de reestructuración del sector financiero, que dará lugar a cambios importantes en el modelo bancario español, con menos entidades pero de mayor tamaño. Un ejercicio en el que se percibirán los primeros síntomas del inicio de la recuperación económica en España, pero en el que continuará aumentando el desempleo, subirán los tipos de interés, la mora contable alcanzará su máximo, y en el que los mercados mayoristas continuarán cerrados ante la desconfianza de los inversores extranjeros en nuestro país.

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