Actualidad del Observatorio Español de la Economía Social

09/11/2006

Los autónomos pagarán 600 millones más al año para acceder a bajas laborales

Cuando el Estatuto del Trabajo Autónomo entre en vigor -se baraja la segunda mitad de 2007- los autónomos dependientes (aquellos que dependen en al menos un 75% de sus ingresos de una sola empresa) y los que trabajen en profesiones con una alta siniestralidad (transporte, construcción o industrias del metal, la madera o la piedra) tendrán una nueva obligación de pago a la Seguridad Social: deberán cotizar forzosamente por la contingencia de accidentes laborales y enfermedades profesionales.

Según recoge la memoria económica del anteproyecto de Ley del Estatuto del Trabajo Autónomo, que empezará a ser tramitada en el Congreso en breve, esta nueva obligación reportará a la Seguridad Social unos 600 millones de euros adicionales en cuotas por esta contingencia.

En concreto, la memoria indica que serán 733.466 autónomos los que se verán obligados a abonar esta nueva cuota, con la que tendrán derecho al cobro de la prestación por incapacidad temporal causada por un accidente de trabajo o una enfermedad profesional.

En la actualidad, los autónomos no están obligados a cotizar ni por contingencias comunes (que cubren la prestación de las bajas laborales causadas por una enfermedad común) ni por contingencias profesionales (las bajas causadas por accidentes laborales).

Así, hoy en día sólo el 8,6% de los autónomos cotizan para cobrar una prestación de baja por accidente o enfermedad profesional, mientras que el 94% de los trabajadores por cuenta propia sí cotizan para recibir dicha prestación si la baja está causada por una enfermedad común, como una gripe.

Sin concreción en la prestación por cese de actividad

Por otra parte, llama la atención que en la memoria económica no aparezca ningún cálculo monetario, de lo que podría costarles a los autónomos la futura 'prestación por cese de actividad' .

A este respecto, el texto sólo precisa garantías como que 'si los autónomos no quisieran contribuir a la financiación del sistema, el Gobierno no estaría obligado a implantarlo'.

Entre el resto de las cautelas establece que, 'en ningún caso' esta prestación se incorporará al sistema de protección por desempleo de los asalariados; y que, en cualquier caso, el sistema deberá 'autofinanciarse'.

Deslizamiento de asalariados a trabajadores autónomos dependientes

Los técnicos del Ministerio de Trabajo que han elaborado la memoria económica de la ley del Estatuto del Trabajo Autónomo reconocen que una de las 'preocupaciones' que puede suscitar la nueva norma en el ámbito de los ingresos de la Seguridad Social es 'un posible deslizamiento de asalariados a trabajadores autónomos dependientes'.

Con ello Trabajo admite el riesgo de que haya empresarios que obligen a sus nuevos empleados a cotizar como autónomo dependiente. Así, el empleado se tendría que pagar sus propias cotizaciones, lo que resultaría más barato para el empresario. La consecuencia de esta situación, a primera vista, sería una disminución de los ingresos en las arcas de la Seguridad Social porque los asalariados cotizan más que los trabajadores por cuenta propia.

Sin embargo, en la memoria económica, Trabajo ha hecho un cálculo suponiendo que sean los jóvenes el colectivo que pueda verse en esa situación.

La conclusión es que si estos jóvenes cobran 933 euros al mes, aportarán a la Seguridad Social mediante las cotizaciones sociales una cantidad similar a la que aportará otro jóven que cotice por la base mínima del sistema (785,70 euros al mes).

Si bien este cálculo sólo sale rentable para la Seguridad Social durante los cuatro años que dura la bonificación de las cotizaciones para el joven asalariado mileurista. Y, por supuesto, mientras no suba el salario y la base de cotización de dicho empleado por cuenta ajena, porque en el momento en el que sea mayor, la Seguridad Social ingresará menos por un autónomo dependiente que por un asalariado.

Dicho todo esto, los técnicos de Trabajo aseguran que 'no existe el riesgo de un posible trasvase de trabajadores por cuenta ajena a la nueva figura del trabajador autónomo económicamente dependiente'.

Sin embargo, los expertos laboralistas y los propios empresarios opinan lo contrario, al constatar que ese riesgo sí existe, por la sencilla razón de que supone un ahorro de costes para la empresa.

En cualquier caso, la memoria económica recuerda que el Estatuto prevé mecanismos para luchar contra estas situaciones fraudulentas si se producen, ya que la ley faculta al Gobierno para que, 'en caso de advertir un trasvase' por estos motivos, fije unas bases de cotización y unas contingencias especiales para los atuónomos dependientes y desincentivar así esta práctica.

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