Actualidad del Observatorio Español de la Economía Social

22/05/2008

Entrevista con Marcos de Castro y Juan Antonio Pedreño, poco después del relevo en la presidencia de CEPES

Diez años dan para mucho y, en efecto, en estos 10 últimos años en CEPES se han conseguido muchas cosas, desde una mejora de la visibilidad de la economía social hasta una mayor capacidad de interlocución con las instituciones públicas. Todo ello aunque, en ambos aspectos, "quede mucho por recorrer", según opinan tanto Marcos de Castro, hasta esta semana presidente de CEPES, y Juan Antonio Pedreño, su sucesor en la organización. Poco después de la Asamblea electoral, los dos protagonistas atendieron a este Observatorio Español de la Economía Social.

Observatorio (Obs): Marcos de Castro, Juan Antonio Pedreño, en primer lugar felicidades a los dos por su trayectoria y enhorabuena por este momento tan importante para ambos y para la organización de la que forman parte. ¿Qué balance podríamos hacer de estos 10 últimos años en CEPES, los 10 en los que Marcos ha estado al frente de la Confederación?

Marcos de Castro (MdC): Gracias por la felicitación. Yo diría que ha habido una serie de líneas que se han, unas consolidado y otras iniciado o apuntado. Por ejemplo, se ha consolidado un concepto amplio de economía social, integrador, generoso, más allá de la figura jurídica, que intenta recoger en CEPES todo lo que significa esa otra manera de hacer empresa con valores distintos. Por otra parte se ha apuntado –en este caso no me atrevería a decir consolidado, aunque me gustaría- una mayor visibilidad de CEPES en el ámbito político, como en el Parlamento y en distintas Administraciones. Se piensa en CEPES cuando se piensa en alguna de las leyes que afecta a la economía social. Esto es importante porque antes no se pensaba en nuestra organización. Tercero, se ha consolidado, excepto alguna excepción que sirve para confirmar la regla, una integración de todas las familias que componen la economía social en CEPES, es decir, nos encontramos todos juntos trabajando en la misma dirección. Esto es muy importante también porque refuerza el proyecto común, sobre todo en un mercado global donde juntos todavía somos pocos. Por último, otra línea que hemos consolidado es una alianza fuerte con CIRIEC, como organización investigadora de la economía social. Es un privilegio de este sector el que tenga detrás una serie de investigadores que lo potencien, lo estudien, etc. Esta alianza la deberíamos reforzar aún más para en el fondo introducir progresivamente este concepto en los programas escolares, en la universidad, etc.

Obs. Concretamente, señor Pedreño, ¿qué aplaudiría usted más de la presidencia de Marcos de Castro?

Juan Antonio Pedreño (JAP) Cabe tener en cuenta que Marcos cogió CEPES en una situación difícil económicamente, incluso de relaciones internas. Por ello a Marcos habría que aplaudirle dos cuestiones. La primera es que ha conseguido una organización saneada y con poco disenso, que mayoritariamente camina en la misma dirección, lo cual es muy importante y difícil al mismo tiempo. Lo segundo es que ha colocado a CEPES en un nivel muy elevado de representación y, aunque efectivamente nos queda mucho por conseguir, se ha avanzado también en este terreno.

Obs. Desde el plano personal, Marcos, ¿qué le ha aportado a usted la presidencia de CEPES?

MdC. Personalmente me ha aportado muchas cosas. En primer lugar, la posibilidad de conocer a un sector de solidaridad social capaz de apuntar soluciones cuando parecía que sólo había problemas. Pienso en empresas de inserción, que no las conocía, pienso en discapacidad y, en definitiva, en todo aquello que significa generar una solución económica donde el sistema tradicional no puede aportar solución alguna. En segundo lugar, me ha dado la oportunidad de conocer a un importante colectivo de personas comprometidas con este tipo de inventiva creativa y solidaria.

Obs. ¿Y cuáles son los motivos de su salida?

MdC. He sido diez años presidente de CEPES y yo creo que las organizaciones deben renovarse, especialmente aquellas que cubren sus puestos directivos mediante elecciones democráticas. Además, en CEPES represento a Mondragón Corporación Cooperativa, que tiene un hábito de jubilación de las personas a los 65 años, con lo que me queda uno. Por ello, aprovechando que este año se celebraba asamblea electoral de CEPES me parecía que era el momento oportuno para el relevo.

Obs. Por su parte, Juan Antonio, ¿qué motivaciones le han empujado a presentarse a la presidencia de CEPES?

JAP. Al cooperativismo nos parecía interesante y lógico ponernos en disposición de liderar el conjunto del sector de la economía social. Cabe tener en cuenta que el sector cooperativo es el de mayor antigüedad y el que más valores ha aportado a la economía social. Tanto desde la propia junta directiva de CEPES como de la de COCETA se me ha alentado para presentarme. No había una voluntariedad personal para llegar a esta situación, pero lógicamente tampoco quería dar la espalda a las personas que pensaban que podíamos estar ahí y que este era el momento oportuno para hacerlo. También se ha visto en mí una persona de consenso para llevar a cabo una transición sin ninguna belicosidad que pudiera poner en peligro el elevado nivel de integración que existe entre las distintas organizaciones que formamos parte de CEPES. En este sentido, tengo que agradecer el apoyo que he recibido de todos, un apoyo que entiendo que es sincero.

Obs. ¿Y cómo se lo va a organizar, porque usted reside en Murcia y debe compaginar la presidencia de CEPES con la de COCETA?

JAP. En principio no hay intención de abandonar la presidencia de COCETA. No obstante, si fuese necesario tendríamos que discutirlo. De todos modos no creo que haya incompatibilidad. Voy a dedicarle un 50% de mi tiempo a Madrid, que es mucho para una persona que vive en Murcia. Al menos voy a estar dos días completos a la semana en Madrid y el hecho de que COCETA y CEPES estén ubicados en el mismo espacio físico puede hacer que aproveche mucho más el tiempo. En principio, esa es mi intención y en todo caso cuento con mis compañeros de la Junta Directiva de CEPES, un grupo importante de personas que va a asumir una serie de responsabilidades delegadas, que yo coordinaré, y que espero que se asuman en toda su extensión.

Obs. Marcos, ¿qué espera usted de la actuación del nuevo presidente?

MdC. Espero una línea de continuidad, que se ha aprobado ya en Junta Directiva, y espero que se potencien líneas importantes como la cooperación internacional, la integración de todas las actividades económicas solidarias y como es la capacidad creativa de formar el espíritu emprendedor de las personas. Esto último es un tema realmente importante.

Obs. Porque, Juan Antonio ¿qué retos inmediatos se plantea para CEPES?

JAP. Nos queda la consolidación y reafirmación de CEPES como organización empresarial, una organización que defiende un tipo de empresa con unos valores y una especificidad reconocidos, que crea empleo estable por definición, de calidad pero evidentemente no a cualquier precio. Nos queda otro reto importante y es que nos conozcan mucho más de lo que nos conocen, tanto los poderes públicos como la sociedad en general, aumentar la visibilidad de la economía social y de las organizaciones y, por tanto, de CEPES. Un tercer reto es seguir influyendo en el diálogo institucional. Tenemos un cierto acercamiento a ministerios muy concretos como el de Trabajo, pero en otros ministerios o en un numeroso grupo de entidades y administraciones apenas tenemos presencia, sea por cuestiones internas de la Administración o por nuestra propia actitud. Y luego tenemos el reto de que todas las empresas de economía social sean competitivas. Para ello es necesaria una serie de reformas legislativas, que vuelvan a hacer atractivas tanto la fórmula cooperativa como la de la sociedad laboral. Ahora mismo las leyes que nos amparan están obsoletas, como por ejemplo la Ley fiscal, que data de 1990.

Obs. Por último, en estos momentos de desaceleración económica e incertidumbre, ¿cómo puede afectar la crisis a las empresas de economía social?

MdC. Pienso que en una etapa de incertidumbre económica como la actual la economía social tiene algo que decir. En el empleo, en la estrategia empresarial, en el compromiso con el territorio, con las personas... Y si no aportamos nada distinto, no podemos decir que somos distintos. Por otra parte, debemos asumir el reto de innovar, como modo de avanzar en el desarrollo empresarial de nuestras estructuras.

JAP. La ralentización nos va a afectar, lo que sucede es que las empresas de economía social somos más resistentes a las crisis. Tenemos que mantener nuestros puestos de trabajo, no nos deslocalizamos, estamos más arraigados al territorio, sufrimos mucho para cerrar una empresa, normalmente no bajamos la persiana y, por tanto, aun a sabiendas de que nos está afectando y nos va a afectar, el nivel de incidencia de la crisis va a ser menor en las empresas de la economía social que en el resto de empresas. Históricamente, además, en épocas de crisis es cuando más han florecido las empresas de economía social. Tenemos, por otra parte, un problema en las cooperativas agrarias con la definición de ayuda de Estado que está planteándose la Comisión Europea. Es un tema que le hemos planteado a la secretaria general de Empleo para que nos eche una mano, tanto ella como el Ministerio de Economía, para que esto no produzca efectos devastadores en el cooperativismo. Por último, las federaciones representativas de la economía social están mucho mejor preparadas que antes para ayudar a nuestras empresas a resolver problemas de toda índole.

Imagen: Marcos de Castro y Juan Antonio Pedreño.

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