El 2024 termina con más de 42.000 nuevos trabajadores autónomos, hasta los 3,4 millones, el nivel más alto registrado en un fin de año hasta la fecha

Los nuevos datos extraídos de la afiliación al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), publicados el pasado 3 de enero por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, han revelado el nivel más alto registrado en un mes de diciembre hasta la fecha. Actualmente, el número de trabajadores autónomos se aproxima a los 3,4 millones, con 3.386.765 trabajadores por cuenta propia, tras sumar 42.396 trabajadores en el último año, gracias a un aumento en los sectores de alto valor añadido.

Tras la publicación de estos resultados, la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) valoró que se trata “del mejor dato de los últimos seis años”, aunque lamentó que el año 2024 se ha cerrado “sin la gran reforma pendiente para el trabajo autónomo”, en concreto “una reforma fiscal que modifique los tipos en el IRPF de nuestro colectivo y que establezca mecanismos que permitan aplicar las deducciones fiscales a las que tienen acceso los que tributan a través del impuesto de sociedades”. Dos medidas que, según indicó UPTA en su página web oficial, “serán la prioridad en las futuras negociaciones” y formarán parte de los reclamos de la Unión en este 2025.

En palabras de Eduardo Abad, presidente de UPTA, “los autónomos debemos ser tratados con la misma vara de medir que se trata a los empresarios en nuestro país. El esfuerzo tributario al que nos somete el Ministerio de Hacienda es insostenible”.

“Los acuerdos incumplidos en materia de IVA de franquicia y de deducciones por manutención y gastos de la actividad no se han llevado a cabo a pesar de haber acordado estas modificaciones en las mesas negociadoras. Este año redoblaremos los esfuerzos para poner en marcha la justicia tributaria para más de 2 millones de trabajadores autónomos personas físicas en nuestro país”, apuntó Abad.

Por su parte, el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, trasladó que el año finalizado concluye con un “balance positivo no exento de consideraciones”. Entre ellas advirtió que el trabajo autónomo se ha creado principalmente en las grandes y medianas empresas y en el sector público. En cambio, en las pymes y microempresas “se ha destruido empleo”, y apuntó también que se observan “50.000 autónomos y empresas empleadoras menos que en el año 2019”.

Según el titular de ATA, en 2025 también “se creará empleo”, pero estimó que será la mitad del que se ha creado este año. “Por eso, no nos queda más que reclamar que hay que apoyar a los autónomos, a las empresas y a los creadores de empleo y no ponerles trabas. Lo que estamos viendo en el último tiempo es que en lugar de reducir trámites se ponen cada vez más cargas hacia los que generan empleo y hacia los autónomos”, concluyó Amor.

En este mismo sentido, la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (UATAE) consideró estos últimos datos como “un estímulo para seguir trabajando en el reconocimiento del trabajo autónomo como motor de la economía del país”.

“Este crecimiento no debe verse como un dato aislado, sino como una oportunidad para reforzar el compromiso con quienes deciden crear empleo y contribuir al progreso económico y social”, expresó María José Landaburu, secretaria general de la Unión de Asociaciones, quien advirtió que UATAE “continuará durante este año impulsando políticas que fortalezcan la estabilidad y el bienestar del colectivo, abogando por reformas que amplíen la protección social para todas y todos los trabajadores por cuenta propia”.

Para la secretaria general es relevante subrayar “la importancia de implementar políticas específicas para consolidar este crecimiento y afrontar los retos estructurales que persistirán durante este 2025”.

La organización sigue alertando sobre que este incremento no puede ocultar los desafíos estructurales que afectan a las y los trabajadores por cuenta propia. “La inestabilidad económica y la falta de protección social adecuada son barreras persistentes y significativas que deben abordarse de manera prioritaria para garantizar que estos datos se sostengan a largo plazo”, aseguró Landaburu.

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