Informe ‘El trabajo autónomo en la UE: la calidad del empleo y la evolución de la protección social’

La Unión Europea, a través de Eurofound (European Foundation for the Improvement of Living and Working Conditions), publicó el informe ‘Self-employment in the EU: Job quality and developments in social protection’ (El trabajo autónomo en la UE: la calidad del empleo y la evolución de la protección social), un estudio sobre el empleo autónomo en la UE en los últimos años y tras la pandemia del COVID-19, cuyos resultados desvelan los beneficios y desventajas del autoempleo en relación con el trabajo asalariado. El estudio ha sido realizado por Tina Weber, Franz Ferdinand Eiffe and Dragoş Adăscăliței (Eurofound).

En un contexto de debate político sobre la garantía de una mayor protección social para los trabajadores por cuenta propia, el Consejo de la Unión Europea adoptó en 2019 una recomendación sobre el acceso a la protección social para los trabajadores asalariados y los trabajadores por cuenta propia, cuyos ingresos se vieron reducidos tras la pandemia del COVID-19, un momento de crisis que puso de relieve la vulnerabilidad de muchos trabajadores por cuenta propia.

El estudio se llevó a cabo a partir de los datos de la Encuesta europea sobre las condiciones de trabajo, y consiste en un análisis de las condiciones de trabajo de los diferentes grupos de trabajadores por cuenta propia, de las medidas adoptadas en los Estados miembros de la UE para proteger mejor a las personas que trabajan por cuenta propia frente a los riesgos de desempleo, así como de los accidentes en el lugar de trabajo y la enfermedad. Finalmente, presenta algunas de las lecciones aprendidas de las medidas aplicadas durante la pandemia.

Límites difuminados

Entre las principales conclusiones de este informe se expone que los límites entre el trabajo autónomo y el trabajo asalariado se han difuminado en los últimos años, y algunos trabajadores por cuenta propia se encuentran en una situación similar a la del trabajo asalariado, una tendencia que destaca la importancia de aclarar los criterios que determinan la situación laboral con objeto de abordar la situación de falso autónomo y de eliminar cualquier margen para el abuso de la condición de trabajador por cuenta propia, especialmente a aquellos que trabajan en proyectos, externalizados o en plataformas digitales.

Además, los datos de la investigación confirman que los trabajadores por cuenta propia económicamente dependientes tienen menos probabilidades de tener autonomía sobre cómo y cuándo desempeñan su trabajo y, a menudo, se encuentran en una situación similar a la de los trabajadores asalariados.

Esto es debido a que se trata del grupo de trabajadores menos propensos a recibir formación en el puesto de trabajo, con menos probabilidades de considerar que su trabajo ofrecía buenas perspectivas profesionales y con más probabilidades de verse en puestos de trabajo sometidos a tensiones (puestos con más exigencias que recursos).

Los resultados muestran que los trabajadores por cuenta propia económicamente dependientes tuvieron el doble de probabilidades que los trabajadores asalariados de tener dificultades para llegar a fin de mes y fueron más propensos a sufrir problemas de salud durante la pandemia.

Estas diferencias se deben en parte a la elevada proporción de trabajadores por cuenta propia en los sectores más afectados por las medidas gubernamentales destinadas a limitar la propagación del COVID, pero también a las diferencias en la cobertura de la protección social y los criterios de admisibilidad, el nivel y la duración de las medidas aplicadas como consecuencia de la pandemia, medidas que afectaron en especial al grupo formado por mujeres.

Las lecciones del COVID-19 para Europa

Los Estados miembros han empezado ya a ampliar el acceso a la protección social para los trabajadores por cuenta propia, sin embargo, sigue habiendo diferencias entre los grupos de trabajadores autónomos entre sí y entre los trabajadores por cuenta propia y los trabajadores asalariados, según el Informe, para lo cual se deberá evaluar las diferencias para ampliar el acceso formal, así como el acceso efectivo y la cobertura suficiente de la ayuda, al tiempo que se evitan los desincentivos al trabajo autónomo de alta calidad.

Por otro lado, la pandemia de COVID-19 fue una prueba de fuego para entender las necesidades de mejorar los sistemas de protección social y planificar cualquier futura medida extraordinaria de apoyo a los ingresos. Entre ellas, tal y como señala el texto difundido por la UE, se incluye la importancia de reconocer unos criterios de elegibilidad adecuados, de eliminar los cuellos de botella en la distribución de fondos, de garantizar la pronta aplicación de las medidas de apoyo y de asegurar una sensibilización y transparencia suficientes.

Acceder al informe ejecutivo en español aquí: El trabajo autónomo en la UE: la calidad del empleo y la evolución de la protección social’

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