Un estudio analiza el perfil del trabajador autónomo en España entre 2008 y 2022
08/05/2025

Un estudio de José María Arranz y Carlos García-Serrano (Universidad de Alcalá), publicado en el número 183 de Papeles de Economía Española, de Funcas, ofrece una visión exhaustiva sobre el empleo autónomo en España entre 2008 y 2022. Utilizando datos de la Muestra Continua de Vidas Laborales (MCVL), los autores analizan tanto las características sociodemográficas de los trabajadores autónomos como sus trayectorias laborales y la influencia del ciclo económico en su permanencia en el autoempleo.
El estudio, incluido en el número titulado «Función empresarial y desarrollo regional: hacia una estrategia de cualificación del tejido empresarial», se basó en los datos de la MCVL definidos tres períodos de observación de cuatro años (2008-2012, 2014-2018 y 2018-2022), lo que permitió comparar la situación laboral de los trabajadores autónomos en un momento dado, con la que tienen cuatro años después y estudiar los factores que influyen en la permanencia en la situación de autoempleo y en las transiciones hacia otras situaciones laborales.
Masculinizado, envejecido y menos cualificado
Según los resultados del artículo, el empleo por cuenta propia sigue caracterizándose por estar masculinizado, envejecido y menos cualificado.
Los autónomos tienden a ser varones; trabajadores mayores (alrededor del 60 % tiene entre 45 y 65 años, y más de una cuarta parte entre 55 y 65 años); más del 80 % son españoles nacidos en España con estudios bajos (casi la mitad tiene estudios obligatorios o menos); trabajan principalmente en ramas de actividad de los servicios (un tercio en «Comercio y hostelería», otro 15 % en «Información y servicios profesionales», casi un 10 % en «Otras actividades de servicios», y otro 10 % en «Construcción»); son trabajadores independientes sin trabajadores asalariados, y con antigüedades cortas o largas (casi la mitad lleva trabajando como autoempleado menos de cinco años, mientras que en torno a una cuarta parte lo llevan haciendo más de 15 años).
El estudio destaca también que algunas de esas características han cambiado entre 2008 y 2022, como es el caso del aumento del número de mujeres autónomas, de los extranjeros nacidos fuera de España, o de quienes trabajan en ‘Información y servicios profesionales’ y tienen antigüedades de quince años o más.
Por el lado contrario, ha disminuido el peso de las personas de entre 55 y 65 años y con un nivel bajo de estudios.
Por regiones destaca su menor presencia en Cataluña y Comunidad de Madrid en comparación con el empleo asalariado.
Los más veteranos, más protegidos
El estudio concluye también que, cuanto mayor es la edad de los trabajadores autónomos menor es la probabilidad de que estos transiten hacia un empleo asalariado, una relación que se ve más acentuada en la época recesiva (2008 y 2012), y mucho menos en el período de la pandemia entre 2018 y 2022.
No obstante, tanto en el periodo entre 2014-2018 como, sobre todo, en el comprendido entre 2018-2022, se observa que cuanto mayor es la edad de los individuos, más se acerca la probabilidad de desocupación a la de los más jóvenes, de modo que estas probabilidades son mayores para el grupo de 55-65 años en relación con el de 30 a 44 años y el de los 45 años a los 54.
Según los autores, este resultado puede interpretarse en el sentido de que los trabajadores por cuenta propia más mayores fueron especialmente afectados por la pandemia, de modo que su posición relativa empeoró sustancialmente.
En cualquier caso, el estudio apunta a que son los autónomos más jóvenes los que se encontrarían más expuestos al riesgo de desempleo, y también son los que con mayor probabilidad transitan hacia el empleo asalariado.
En conclusión, la probabilidad de permanecer como trabajador autónomo es menor entre los jóvenes que entre personas de edades intermedias o mayores.
Acceder al artículo ‘El perfil socioeconómico y la dinámica laboral del empleo autónomo en España’